FORTIS ENIM NON MODO FORTUNA ADIUVAT […] SED MULTO MAGIS RATIO.
No sólo la fortuna ayuda a los fuertes, sino mucho más el raciocinio.
(Cicerón, Tusculanas, 2, 4, 11)
Nos subraya que sobre su fuerza física, el hombre también dispone de inteligencia y razón.