FABER EST SUAE QUISQUE FORTUNAE.
Cada uno es el artífice de su propio destino.
(Pseudo Salustio, Epistula ad Cesarem senem de republica, 1, 1, 2)
Expresión muy popular, citada todavía en la actualidad para indicar responsabilidad sobre las decisiones durante una vida y no echarle tanto la culpa a la suerte.