ARTEM PUDERE PROLOQUI QUAM FACTITES.
No es necesario avengonzarse de hablar del oficio que se tiene.
(Cicerón, Orator, 43, 147)
Hasta el oficio más sencillo tiene gran valor si se ejerce con honradez.
ARTEM PUDERE PROLOQUI QUAM FACTITES.
No es necesario avengonzarse de hablar del oficio que se tiene.
(Cicerón, Orator, 43, 147)
Hasta el oficio más sencillo tiene gran valor si se ejerce con honradez.