IGNORANTI QUEM PORTUM PETAT, NULLUS SUUS VENTUS EST.
Aquel que no sabe a qué puerto quiere ir, no encuentra nunca viento favorable.
(Séneca, Cartas, 71, 3)
Aquel que siempre está buscando las condiciones propicias para arrancar con proyectos y nunca termina de decidirse a comenzar, al estar siempre buscando excusas.