EX EODEM ORE CALIDUM ET FRIGIDUM EFFLARE.
Sopla el frío y el calor de la misma boca.
(Erasmo, Adagios, 309)
Se trata de un dicho que señala sobre una persona de la que no se puede tener confianza. La expresión proviene de la popular fábula de Esopo en la que un sátiro tomó la decisión de no fiarse de un hombre al ver que hacia uso del aliento para calentarse las manos y para enfriar la menestra.